Socióloga y Ministra de Justicia: Sistema integrados de cultura y comportamiento humano “no sólo desde lo  legal“. Por Juan Carlos Manríquez M.

Ene 21, 2022 | Opinión

Se ha dicho con fundamento serio que el Derecho no se agota en la ley, y uno y otra deben tender a que el valor Justicia sea operativo, funcional y eficiente. Han de conformar más que un esquema de capas, un sistema simbiótico, que balancee Ética, Moral, Razón y Fuerza para ejecutar o demandar el apego a las reglas según sus fines. Vid fvr Olano: 2008 (http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-86972008000200004 ) y la interesante tesis de grado de Abarzua, Valenzuela: 2014 (https://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/116688/de-abarzua_s.pdf?sequence=1&isAllowed=y )

Por su parte, la Sociología es el “Estudio de las sociedades humanas y de los fenómenos religiosos, económicos, artísticos, etc., que ocurren en ellas” o “Circunstancia social en la que se desarrolla un acontecimiento” (Oxford L, OUP, 2022). También se le define como una ciencia social que tiene como objeto de estudio las relaciones sociales que se producen dentro de una población humana específica. El origen de la palabra Sociología está en la obra de Augusto Comte, quien a partir de la voz latina socĭus, que significa ‘socio’, y el término griego λóγος (lógos), que significa ‘tratado’, ‘estudio’ o ‘ciencia’, crea el neologismo Sociología, en su obra Curso de filosofía positiva, publicado entre 1830 y 1842.

Pues bien, el “mundo legal” y la Academia Jurídica seguro se están preguntando si es un “exotismo” que el Presidente electo haya designado como futura Ministra de Justicia a una destaca socióloga, con una amplia carrera nacional e internacional, con amplio aterrizaje a piso en los problemas reales de Latinoamérica y también con base seria en la Universidad.

Doña Marcela Ríos es socióloga y según dice la prensa, “la mayor parte de su carrera la ha hecho desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Desde ahí se ha dedicado con fuerza a impulsar temas de desigualdad, justicia y sobre todo de género. Es académica y tiene estudios de posgrado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y un doctorado en filosofía en la Universidad de Wisconsin-Madison. La socióloga de la Universidad de York en Canadá, se ha dedicado al estudio del desarrollo internacional, gobernanza, gestión y políticas públicas, política comparada de América Latina y estudios de género. Esto le permitió trabajar por más de 14 años en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como asistente residente representativa y también para desempeñarse como vicepresidenta del directorio de Comunidad Mujer. Ríos además cuenta con un doctorado en ciencia política de la Universidad de Wisconsin-Madison en EE.UU. y un magíster en Ciencias Sociales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), lugar donde también se desempeñó como Coordinadora del Programa de Gobernabilidad del 2005 al 2007. Su cercanía con la educación también la desempeñó siendo docente en las Universidades de Chile, de Santiago, y Diego Portales.” (La3a online, 21.3.2022).

Igualmente, se destaca que “se ha visto relacionada con la política durante su carrera, ya que integró las comisiones asesoras presidenciales para la Reforma al Sistema de Pensiones (2014- 2015), Contra conflictos de interés, tráfico de influencias y la corrupción (2015) y de Reforma al Sistema electoral (2006).” (Ídem).

Siendo así las cosas, en un momento en que Chile debate su futura norma básica en la Convención Constitucional, ahí donde la fuente formal primaria se está viendo moldeada por las fuentes materiales y valores que la sociedad organizada y sintiente actual ha mandatado a sus representantes cristalizar en reglas y principios, desde la diversidad cultural, ideológica, étnica, política, sexual y jurídica, un proceso de incardinación con un Ministerio de Justicia liderado por una profesional socióloga que, entre otros lares, se ha formado en Canadá (país reconocido por su esfuerzo real de avanzar en desarrollo con inclusión y respeto a los DDHH y a una nueva forma de hacer economía y aplicarlo a las etnias ancestrales, así como siendo muy estricta, aunque afable, con la migración de extranjeros a los cuales concede su carta cuando se ha comprobado que son un aporte a esos valores), es más que un “caso extraño” para el conservador sistema legal chileno, es más bien una oportunidad de trabajar con nuevas y buenas intenciones para hacer verdad un “sistema de Justicia” con mirada holística, sin pasar por encima del Estado de Derecho.

Cárceles, menores en riesgo social, violencia doméstica recíproca, uso instrumental del sistema jurídico, lawfare, nuevas tecnologías y DDHH, privacidad y seguridad digital, evitar el abuso de la legalidad para negocios evasivos de la ley, normar el “metaverso”, cooperación real con la Justicia y la Corte Penal Internacional, respeto a la certeza y seguridad jurídica son los retos. Y qué mejor que una mirada desde fuera de la sola legalidad, para ir ampliando la vista.

Miguel Reale, quien decía “el hombre, más la norma, más el hecho, eso es lo que entiendo por Derecho”, habría hallado hoy en Chile una oportunidad real de poner por obra su Teoría Tridimensional del Derecho. Vid JG Medina: 2006 (https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2476073.pdf )

Esperemos que todos tengamos la mejor disposición a armonizar y modernizar el ordenamiento jurídico nacional, en consonancia con nuestra tradición jurídica, porque al decir de Couture y es cierto: “… el Derecho se transforma constantemente…”

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