Sin conocimiento no hay juez. Por Diego Palomo

Jul 10, 2023 | Opinión

Sin conocimiento no hay juez, se lee en la obra Iuris Dictio del ex juez Carlos Cerda (Ed. Jurídica, Santiago, 1992, p. 86). Es cierto. Pero la cuestión da punto de partida a un punto controvertido.

En el complejo sistema judicial, donde se llevan a cabo cientos de procesos simultáneamente, surge una cuestión debatible y fundamental: ¿cómo y desde dónde debe obtener el juez el conocimiento necesario para impartir justicia?

En una sociedad donde los abogados desempeñan un papel crucial, los principios rectores del proceso judicial se vuelven aún más relevantes. Entre estos principios se encuentran el principio dispositivo, el principio de aportación de partes, el principio contradictorio, el principio de igualdad de armas y la finalidad de la prueba. Además, es esencial considerar la importancia de la verdad y determinar qué verdad está disponible dentro del proceso.

El principio dispositivo establece que las partes son las encargadas de impulsar y dirigir el proceso judicial. En este contexto, los abogados desempeñan un papel fundamental como intermediarios entre sus representados y el juez.

El principio de aportación de partes está estrechamente vinculado al principio dispositivo. Se establece que cada parte tiene la obligación de aportar al proceso judicial los elementos de prueba necesarios para respaldar su versión de los hechos. Esto implica que los abogados deben recopilar y presentar evidencia relevante que sustente sus argumentos y refuerce su posición. Al proporcionar esta información al juez, las partes contribuyen a dotar de conocimiento al proceso judicial.

Así, se les confía la responsabilidad de aportar las pruebas y argumentos pertinentes para sostener sus respectivas posiciones. Por ello, es importante recordar que esta carga recae en las partes, no en el juez. Por lo tanto, no es deber primordial del juez ni mucho menos buscar y obtener todo el conocimiento necesario para cada caso. Pensar y sostener eso (incluso en publicaciones indexadas) implica desfigurar el proceso y sus pilares y desconocer absolutamente la realidad de la práctica del funcionamiento real de los procesos.

El principio contradictorio, con todo, juega un papel muy importante en la obtención de conocimiento por parte del juez. Este principio establece que las partes tienen el derecho y la oportunidad de debatir y refutar los argumentos y pruebas presentadas por la parte contraria.

De este modo, se fomenta la confrontación de ideas y se busca alcanzar la verdad procesal. En este sentido, los abogados tienen la responsabilidad de cuestionar y examinar la evidencia presentada por la otra parte, así como de presentar contrapruebas cuando sea necesario. Mediante este debate, el juez puede obtener una visión más completa y equilibrada de los hechos en cuestión (en rigor de las afirmaciones fácticas introducidas al juicio).

De otro lado, el principio de igualdad de armas se relaciona estrechamente con el principio contradictorio. Su objetivo es garantizar que ambas partes tengan acceso a los mismos recursos y oportunidades para presentar sus argumentos y pruebas.

¿Esto implica que el juez debe velar por un equilibrio procesal entre las partes, asegurando que ninguna de ellas esté en desventaja?. En este sentido, ¿el juez puede solicitar pruebas adicionales o recabar información relevante cuando considere que es necesario para salvaguardar la igualdad de armas?. Son preguntas que no pueden responderse brevemente. Pero, sin excluir las facultades oficiosas debidamente delimitadas de jueces y juezas, una vez más, la responsabilidad principal recae en las partes y sus abogados.

La finalidad de la prueba es otro factor determinante en la obtención de conocimiento por parte del juez. La prueba tiene como propósito esclarecer los hechos y proporcionar una base sólida para la toma de decisiones judiciales. Las pruebas pueden ser de diferentes tipos, como testimonios, documentos, peritajes u otros medios. Al analizar y evaluar estas pruebas presentadas por las partes, el juez puede obtener información relevante y necesaria para resolver el caso de manera lo más justa posible.

No obstante, es importante tener en cuenta que la verdad absoluta o histórica puede ser elusiva y esquiva en un proceso judicial. Los jueces deben basar sus decisiones en la verdad procesal, es decir, la verdad que puede ser establecida dentro de los límites y las pruebas presentadas en el proceso, construcción artificial humana, con todos los límites que eso importa.

Aunque se aspira a buscar la verdad material, existen limitaciones en cuanto a los recursos y el tiempo disponibles para investigar a fondo cada caso. Por lo tanto, el juez debe confiar en el conocimiento presentado por las partes y en su habilidad para cuestionar y debatir las pruebas presentadas.

En fin, en un contexto donde los jueces enfrentan una carga de trabajo considerable, la obtención de conocimiento se basa en la interacción entre las partes y el juez.

Los principios dispositivo, de aportación de partes, contradictorio e igualdad de armas proporcionan un marco para la obtención de conocimiento en el proceso judicial. Además, la finalidad de la prueba y la búsqueda de la verdad procesal son elementos cruciales para tomar decisiones justas. Si bien el juez no puede ser el único responsable de obtener todo el conocimiento, su papel consiste en evaluar y aplicar el conocimiento presentado por las partes para impartir justicia en cada caso.

Diego Palomo
U. de Talca

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