Profesor de la Escuela de Derecho de la U. de Valparaíso, José Luis Guzmán, es electo presidente del Instituto de Ciencias Penales de Chile

Abr 23, 2021 | Actualidad

En Estrado.

Con un 88% de los votos válidamente emitidos, el profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, el doctor José Luis Guzmán, fue electo como presidente del Instituto de Ciencias Penales de Chile.

El profesor José Luis Guzmán -quien además es miembro de la Junta Directiva de la Universidad de Valparaíso, presidente del departamento de Derecho Penal de la Escuela de Derecho y subdirector del Centro de Investigaciones de Filosofía del Derecho y Derecho Penal (CIFDE)- es parte del Instituto de Ciencias Penales de Chile desde 1993 y de su directorio desde 2014.

El Instituto fue fundado en 1937, y agrupa actualmente a la mayoría de los penalistas del país. Es una corporación de carácter “científico, privado e independiente”, creada “con el objeto de estudiar las ciencias penales bajo todos sus aspectos y contribuir a su progreso (…)”, según puede leerse en su acta de fundación.

Según explicó, “me integré al instituto tras regresar de mis estudios de postgrado en Italia. Mi conferencia de incorporación versó sobre ‘Las recientes corrientes de la Criminología en Italia’, y soy su director desde hace siete años. El Instituto tuvo una etapa brillante durante los años 60 y primeros 70, cuando lo presidió Eduardo Novoa Monreal y dirigían o colaboraban en la Revista de Ciencias Penales grandes penalistas como Álvaro Bunster, Alfredo Etcheberry y Sergio Politoff, en un clima de camaradería y colaboración. Fueron años en que se pudo adquirir la sede Institucional y formar una excelente biblioteca, gracias al financiamiento público que recibíamos”.

“El golpe de estado de 1973 nos fue muy adverso. Partieron al exilio grandes penalistas. Hubo también una división entre los que quedaron y, finalmente, con la reforma procesal penal se perdió el financiamiento público. El instituto estaba en un mal pie cuando a principios de la década de 2010 asumieron su dirección los profesores Enrique Cury y, después, Luis Ortiz. Ellos atrajeron a jóvenes directores, penalistas muy talentosos, y entre todos se consiguió sanear las arcas de la corporación y empezar a realizar numerosas actividades científicas que han ido gradualmente devolviéndole su prestancia y prestigio. Se trata de la institución científica más antigua entre las especialidades del Derecho chileno”, añadió.

Respecto a su reciente elección como presidente del Instituto de Ciencias Penales de Chile, aseguró que se trata de “un reconocimiento al trabajo desinteresado, constante y tenaz por la corporación y el penalismo chileno en general.  Pero lo que me emociona realmente es que soy el primer presidente venido de regiones, y nada menos que del querido y viejo puerto de Valparaíso. Como crecí y trabajo en la UV, lo siento también como un reconocimiento a mi Escuela y Facultad de Derecho”.

“Los principales desafíos que se observan son dos: recuperar la sede institucional o adquirir otra más moderna, y ampliar y diversificar nuestras actividades de investigación y divulgación científica. Afortunadamente, tenemos cada vez más asociados, y en creciente número, criminalistas mujeres. Este interés debiera continuar si seguimos trabajando como lo hemos hecho”, cerró.

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