En Estrado.
El presidente (s) de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, participó en el primer coloquio “Cátedra latinoamericana de Lenguaje Jurídico Claro”, organizado por la universidad Eafit de Colombia.
En la actividad intervino, además, Claudia Poblete Olmedo, docente de la Universidad Católica de Valparaíso; María Graciela Brantt Zumarán, decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Valparaíso; Eleonora Lozano Rodríguez, decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes de Bogotá; Esteban Hoyos Ceballos, decano de la Escuela de Derecho de la Universidad Eafit; Manuel García Mansilla, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral de Buenos Aires y Mario Cajas Sarria, jefe del Departamento de Estudios Jurídicos de la Universidad Icesi de Colombia.
En su conferencia “Necesidad de un lenguaje claro y sencillo”, el presidente (s) Sergio Muñoz señaló que la ciudadanía tiene el derecho a comprender, “sin la mediación de un traductor, las comunicaciones verbales o escritas de los profesionales del derecho. (…) El derecho a comprender implica un cambio en el paradigma, se realiza un giro lingüístico hacia la ciudadanía, hacia las personas. Las personas son el centro de nuestra preocupación, así los giros requieren que avancemos de un lenguaje técnico y especializado a la adopción de un lenguaje cotidiano, sin barreras de entrada o que implique una práctica que excluye a parte de la ciudadanía del diálogo social y a que ellas tengan una plena participación en la sociedad que estamos construyendo y de la que ella forma parte”.
“El lenguaje jurídico debe volver, retornar, a lo más general, para ser directamente comprensible por todas y cada una de las personas. El lenguaje jurídico, en definitiva, debe dejar la complejidad y abundancia de tecnicismos. Puede haber algunos, pero serán los indispensables, siempre bajo el alero de que el mensaje debe llegar a todas las personas, incluso a las partes directamente. No solamente a sus abogados”, dijo Muñoz.
Agregó que “entenderlo de otra manera es crear una barrera de acceso a la justicia para toda la ciudadanía, especialmente para los grupos más desaventajados o más vulnerables”.
“El uso del lenguaje claro es fundamental para acercar la justicia a las personas, porque de otra manera se limita el entendimiento y no es consustancial al pleno goce de los derechos de las personas”, señaló.
“Implica el cabal cumplimiento del derecho a la información, se integra el lenguaje jurídico claro y sencillo al concepto sustancial del estado social y democrático de derecho, en el cual deben tener plena vigencia el derecho a la información, el derecho a saber y un derecho a entender. (…) Un derecho a la verdad material simplemente expuesta, para adquirir la posibilidad cierta de un real ejercicio de todos los derechos y deberes por parte de las distintas personas y así participar activamente en la sociedad. Es una forma de legitimarnos y permitir el escrutinio público”, puntualizó.