Hecho ocurrió en 2015 y actualmente la niña está con total invalidez, quedó con problemas de audición, vista y epilepsia. Petición del Ministerio Público también solicitó obtener antecedentes médicos de la madre. En Estrado se reserva los nombres de los médicos y las víctimas.
Andrés López Vergara, En Estrado.
“Nuestra hija debía nacer dentro de unos días en dicho centro asistencial. Una vez ingresada, la matrona de la Clínica Alemana, a quien ya conocíamos se percató, que mi esposa tenía un pequeño rompimiento en la bolsa, que no había significado perdida de líquido por estar en una zona alta (…). En dicha sala estuvimos unas 6 horas donde se inició el trabajo de parto, recuerdo muy bien que el bebé estaba solo conectado a una maquina similar a un auricular con una banda con velcro que desde afuera detectaba los signos vitales. Estando en dicha sala junto a mi esposa, recuerdo que los signos vitales se perdían en ocasiones sobre todo cuando mi esposa pujaba para dar a luz. Dicha situación, me comenzó a preocupar porque sentí que existía un esfuerzo importante para el bebé. Pregunte por esta sintomatología, y me señalaron que era porque se movía la maquinilla que media los latidos cardiacos”.
Ese es parte del relato que reprodujo la Fiscalía de Las Condes en su petición presentada en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago para acceder a los antecedentes y fichas clínicas de una madre y su hija. Esto, a raíz de una querella presentada por el abogado Raúl Meza en abril, que fue declarada admisible, en que los padres de la menor apuntan a una presunta negligencia médica en el procedimiento realizado en 2015. Tras la intervención, la niña quedó con daño cerebral, quedando en total invalides y con secuelas como problemas de audición, vista y epilepsia. Acción judicial que va dirigida en contra quienes resulten responsables.
“En esta Fiscalía se ha iniciado investigación por querella interpuesta por C, por el cuasidelito de negligencia médica con resultado de lesiones graves gravísimas sobre la menor”, indica el documento.
El parto
De acuerdo a la presentación del Ministerio Público ante el tribunal, “así fue como, mi señora se fue preparada para quirófano y yo me prepare también en una sala lateral. Me demore unos 4 minutos en vestirme para ingresar nuevamente en dicha sala y en cuanto ya estaba ahí, ingreso el Dr. 1 con cara de preocupación y me pidió que me apurara. Al ingresar al quirófano, observe un clima de muchísima preocupación en el personal médico que asistía a mi esposa en el parto. En algún momento, ya estando dentro del quirófano, observe que mi esposa boto meconio y luego de ello, el ginecólogo se apresuró a hacer un cesaría de urgencia. En esos momentos yo ya me encontraba junto mi señora en el quirófano mirando esto con mucha preocupación e incredulidad de lo estaba pasando. Recuerdo que el Dr. 2 señalo ‘no tengo tiempo para cumplir con el protocolo y esperar al segundo cirujano. Así que empezare la cesárea’”.
Agregan que “el Dr. 2 procedió a realizar la incisión a mi señora y sacar a mi hija, observando que ella estaba muy morada y con sus ojos cerrados. Inmediatamente después de extraída mi hija, se le inyecto una gran jeringa en su corazón para intentar reanimarla (…). Fue así, como minutos después del parto, llego el doctor a cargo de la neonatología y nos informa que nuestra hija había sufrido una asfixia y lo terrible de lo que puede venir de aquí en adelante. Pasaron tres días, desde su nacimiento, sin que pudiéramos tocarla. Ese mismo día, la neuróloga nos confirmó que nuestra hija tenía daño neuronal severo, pero había que esperar la resonancia para determinar la magnitud de los daños neurológicos. Posteriormente, La resonancia cerebral concluyo que existía un daño neurológico severo en los núcleos basales, propios de cuadros de asfixias”.
“Días después, se nos informó que las secuelas neurológicas habían provocado daños en su audición y la vista y que tendría un problema de estrabismo derivado de los problemas del movimiento. El diagnostico, después de algunos meses, fue la temida parálisis cerebral del tipo distonica (una de las más difíciles de tratar), sin embargo, también tiene problemas de la audición, la vista y la epilepsia. Ella no es capaz de hacerse nada sola, ni siquiera rascarse una picadura. La condición en la que quedo es de total invalides”, finaliza el escrito.
Ante esto, el Cuarto Juzgado de Garantía resolvió que “se autoriza al Ministerio Público para que acceda a la ficha clínica y antecedentes médicos de doña T. y la menor; efectuados en dependencias de La Clínica Alemana. El centro de salud deberá hacer entrega de los documentos mencionados”.
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