Créditos Imagen : Youtube/Mega
“El señor Viñuela tiene una forma muy especial de entender el humor, pues lo hace sin ningún respeto por las personas”, indica.
Andrés López Vergara, En Estrado.
“En ocasiones los animadores entran en diálogos con los camarógrafos o personal de apoyo en la idea de hacer más dinámicos los programas o darles un toque humorístico. Quienes trabajamos en esto lo aceptamos, aunque no sea una obligación contractual, pues como todo buen trabajador queremos que en el producto que laboramos salga bien. Esto lo inició en Chile el animador Felipe Camiroaga, pero siempre y como es lógico la interlocución con camarógrafos o personal de apoyo fue respetuosa y sin vulnerar la dignidad”.
Ese es parte del relato de José Manuel Miranda, el camarógrafo cuyo pelo fue cortado en vivo por el animador de Mega, José Miguel Viñuela. Su testimonio es parte de la demanda presentada a fines de julio en contra del comunicador, en que solicita ser indemnizado con $100 millones.
Este proceso judicial inició su tramitación luego de que el jueves pasado, el comunicador, según indica una actuación judicial, fue notificado de la millonaria acción judicial en su contra en las dependencias de Mega, ubicadas en Vicuña Mackenna 1370.
“En este caso las cosas fueron muy distintas pues el señor Viñuela después de alusiones de muy mal gusto a mi higiene personal, señaló que yo era portador del coronavirus, tema que es dramático para Chile y el mundo, señaló que había que cortarme el pelo. Yo uso el pelo largo. Estoy perfectamente aseado y esto es una imagen y una forma que se cuida. (…) Una de las formas de violentar los derechos humanos usado en países donde se violan los DD.HH. es precisamente cortar el pelo de quienes se quiere avasallar y reprimir”, indica la demanda.
El hecho
Él cuenta que percibió toda la situación previa como una parodia, que no creyó que efectivamente le cortarían el cabello. “En un momento sentí un tirón que sugería la posibilidad de que me estuviera cortando el pelo, pero el soltó en un instante, para hacerme creer que no lo estaba haciendo, yo permanecí sentado para no echar a perder lo que creí era una broma”.
Agrega que “el señor Viñuela tiene una forma muy especial de entender el humor, pues lo hace sin ningún respeto por las personas. En una ocasión abofeteo a una persona y en otra escupió su camisa, todo esto saliendo al aire. Acompañaré las grabaciones correspondientes”.
Luego relata que ocurrió el hecho, diciendo que no sabía cómo reaccionar porque estaban al aire. “Quedé estupefacto, pues ya lo había hecho, estábamos saliendo al aire ¿Qué podía hacer yo?. En un canal de televisión, los llamados ‘rostros’ como el señor Viñuela están en un plano de superioridad respecto a un camarógrafo como yo. Entiendo que el señor Viñuela gana $50 millones mensual. Es como si un jugador fútbol estrella, entra en disputa con utilero. Para la actividad soy una nadie”, señala.
En la demanda se explica que no recurrieron contra el canal porque el hecho no fue premeditado ni ordenado por ellos, ni tampoco corresponde con las orientaciones del medio. “El señor Viñuela actuó desde el poder que le da saber que soy un camarógrafo, que para cuidar mi empleo, no podía sino mirarlo. Fui vejado y humillado en televisión ante cientos de miles de personas”, explica.
DEMANDA VIÑUELA CAMAROGRAFO Documento (3)