La vocera del máximo tribunal participó de un seminario impulsado por el Senado. Un tema que fue concordante entre todos los expositores fue la necesidad de que el Poder Judicial se mantenga como un Poder del Estado y no cambie su denominación o función a un servicio.
La ministra vocera de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, expuso en el seminario: “Informe de la Comisión de Venecia sobre el Proceso Constituyente en Chile”, enfatizando que el Poder Judicial debe ser un poder del Estado, que sea el garante de los equilibrios y de los derechos de las personas.
La actividad, que se realizó en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional, fue organizado por el Senado y tuvo como finalidad comentar -desde el punto de vista académico- los aspectos más relevantes del informe emitido por la Comisión Venecia (CdV), sobre el proceso constituyente en Chile.
“Creemos que hubo mucha coincidencia en lo que la Comisión de Venecia concluye en su informe y las observaciones que nosotros hemos hecho. Hice mucho énfasis en que el Poder Judicial chileno tiene 200 años, esté con la Constitución que esté y las leyes del momento, el Poder Judicial ha tenido un gran compromiso desde el punto de vista de los derechos de las personas y ha tratado incluso de innovar más allá de las reformas o leyes que hayan ido surgiendo después”, explicó.
La vocera destacó que el Poder Judicial se siente partícipe del proceso constitucional y que -en ese carácter- ha apoyado con ideas y análisis de los aspectos más importantes. “En consecuencia, ha demostrado un compromiso sostenido del punto de vista de la justicia y del avance constitucional y, en ese sentido, nosotros nos sentimos partícipes de este proceso, hemos tratado de colaborar con él y también de hacer presente situaciones que nos preocupan. Ya lo hemos dicho antes: temas de la independencia judicial, mandatos de los jueces, nos parece que el consejo de la justicia es un órgano que es importante que exista, pero creemos que debe haber una mayoría de jueces en él y que su función no vaya de cara a debilitar a los jueces, sino reforzar su trabajo y sus posibilidades de perfeccionamiento”.
“Desde el punto de vista de los sistemas jurídicos, hemos dicho que eso es viable, incluso la propia Comisión de Venecia destaca que se puede hacer y que hay muchos países que lo hacen, siempre cuando el límite sean los derechos fundamentales de las personas y exista una capacidad de unificar esa jurisprudencia por un tema de certeza y seguridad”, explicitó.
Un tema que fue concordante entre todos los expositores fue la necesidad que el Poder Judicial se mantenga como un Poder del Estado y no cambie su denominación o función a un servicio. “Hay tres patas en esta mesa, una por supuesto tiene que ver con el gobierno, con un Ejecutivo que tenga facultades, pero que no sean extremas; con un Congreso bicameral en que se puedan discutir y de alguna manera ser una contrapartida de las distintas propuestas y, por supuesto, un Poder Judicial que ni gobierna ni legisla, pero es justamente quien se preocupa que aquello que se logra en el gobierno o se desarrolla en el Congreso sea una realidad para las personas y muchos de los grandes temas de Chile se están resolviendo, justamente, por el Poder Judicial y es, sin duda, un poder del Estado, no es un servicio, no es una figura accesoria, si no que es absolutamente importante, sobre todo para las personas más vulnerables”, concluyó.