Ministra Andrea Muñoz y barreras de ascenso en el Poder Judicial: “El problema no es de acceso sino de movilidad a los cargos de mayor representación (…) en que no existe una participación igualitaria ni equilibrada de las mujeres en las esferas de poder”

Mar 16, 2021 | Actualidad

Andrés López Vergara, En Estrado.

“Según los datos publicados por la Secretaría Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación a diciembre de 2020 las mujeres representan un 58,1% del total de integrantes del Poder Judicial; pero al ir ascendiendo en la jerarquía, las brechas de género se tornan negativas. Si bien existe un mayor número de juezas que de jueces de primera instancia, en las Cortes de Apelaciones la brecha de género es del -11,4%, agravándose en la Corte Suprema, donde hay solamente 8 mujeres de un total de 20 ministros, con una brecha de género de -20% (actualmente existen tres cargos vacantes, por lo que la conformación es de 7 ministras y 11 ministros)”.

Esos datos son parte de los antecedentes que entregó la ministra de la Corte Suprema encargada de Igualdad de Género y no Discriminación, Andrea Muñoz, en la conferencia virtual “Retos a la paridad de género en la justicia: Mecanismos y oportunidades para superar los obstáculos en el avance de las mujeres en la carrera judicial”, realizada la semana pasada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Muñoz participó en un de los tres paneles denominado “Hacia la paridad de género en todas las instancias de los sistemas de justicia nacionales”, donde intervinieron, además, Elvia Barrios, presidenta de la Corte Suprema de Justicia del Perú; Clara Mota Pimenta, jueza federal y coordinadora de la Comisión de Acompañamiento de Mujeres en el Poder Judicial (Brasil); Norma Lucía Piña Hernández, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México; Daniela Salazar Martín, vicepresidenta de la Corte Constitucional de Ecuador y Luz Patricia Mejía, secretaria técnica del MESECVI, quien ejerció como moderadora.

En su ponencia, la ministra explicó los resultados del estudio “Condicionantes de género en la movilidad y ascensos a los cargos de mayor jerarquía en el Poder Judicial” que fueron presentados en nuestro país para conmemorar el 8 de marzo.

“Queda en evidencia entonces, que el problema no es de acceso sino de movilidad a los cargos de mayor representación, lo que no es sino el reflejo de lo que ocurre tanto en el ámbito público como en el privado, en que no existe una participación igualitaria ni equilibrada de las mujeres en las esferas de poder, o en los cargos de toma de decisión. Como es de vuestro conocimiento, este fenómeno de segregación vertical, conocido como el ‘techo de cristal’ (Morrison, 1987), ha sido utilizado para dar cuenta de las barreras o restricciones invisibles, sutiles, que se convierten en un impedimento para que las mujeres accedan a los altos cargos dentro de las instituciones públicas o privadas”, indicó.

Agregó que “estoy convencida que lograr la igualdad de las mujeres, en términos de representación en todos los niveles del Poder Judicial debe ser nuestro objetivo, no solo porque es adecuado para las mujeres, sino también porque es un elemento esencial para el respeto de un estado democrático de derecho. Las mujeres juezas están fortaleciendo el Poder judicial y ayudando a ganarse la confianza de la ciudadanía. La entrada de mujeres en espacios de los que históricamente habían sido excluidas ha sido un paso positivo en la dirección de que los poderes judiciales sean percibidos como más transparentes, inclusivos y representativos de las personas cuyas vidas afectan. Con su presencia, las mujeres juezas mejoran la legitimidad de los tribunales, enviando una señal poderosa de que están abiertos y accesibles a quienes buscan el recurso a la justicia”.

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