Miel Gibson y otros males. Por Rodrigo Reyes

Ago 26, 2020 | Opinión

Rodrigo Reyes Duarte, abogado. Director Jurídico de Prelafit Compliance.

Una profesora cesante busca alternativas para subsistir en la pandemia y decide vender miel a través de redes sociales. Para lograr algún impacto y diferenciarse del resto recurre a un juego de palabras que alude al famoso actor de Corazón Valiente, Arma Mortal y otras tantas películas: Miel Gibson. La historia ya es conocida: los abogados del actor la contactan por mail por el uso indebido de la imagen y al parecer finalmente llegan a un acuerdo.

En tanto, una habilidosa “emprendedora” solicita en Chile la inscripción de la marca “Miel Gibson” intentando apropiarse del nombre que se ya se había hecho localmente famoso por la polémica.

El asunto seguramente quedará en el anecdotario criollo, pero hoy quiero llamar a la reflexión del tema que existe detrás del intento de inscripción de la marca de esta empresaria que intenta anticiparse y aprovecharse de aquel que no tomó resguardos y demoró la inscripción de su idea.

Sin duda detrás de esto no hay nada ilegal en principio, pero claramente se trata de una falta a la ética y finalmente un muy mal negocio para la empresaria madrugadora.

Es que en estos tiempos no solo es posible sancionar a quien actúa ilegalmente, sino también a quien lo hace de manera incorrecta, con faltas evidentes a la ética en los negocios. De hecho, la empresaria en cuestión se ganó la enemistad y desconfianza de mucha gente que expresó en masa el reproche a su actuación oportunista.

Sabemos que hoy más que nunca importa el comportamiento de quienes desarrollan negocios, aún en los pequeños. En el fondo, la empresa se cimienta sobre una estrecha relación de confianza entre la empresa o empresario, calidad y precio del producto y el consumidor;  y por esto mismo, un mal inicio del negocio puede tener consecuencias fatales.  Para esto podría ilustrarnos una pregunta: ¿Estaría usted dispuesto a consumir un producto natural como la miel si sabe que la produce una empresaria que falta a la ética de esta manera? ¿Confiaría usted en la calidad del producto y que efectivamente se trata de un producto natural que no ha sido intervenido?. Solo un dato más para el análisis:  la miel figura entre los productos más falsificados o adulterados en el mundo, se le adiciona -habitualmente-  todo tipo de químicos, líquidos o incluso azúcar. En el negocio de la miel es de la esencia la confianza. La confianza en el producto, su calidad, su lugar de origen. El sabor de la miel incluso varía según sean las flores de las que proviene el néctar.

Y es que quien quiera permanecer en el mercado debe proporcionar un producto con una buena relación precio calidad, pero debe cuidar además todo detalle que pueda afectar la relación de confianza que pretende lograr con el consumidor.

El empresario que paga remuneraciones de hambre, que depreda el medio ambiente, que se colude para afectar el mercado, o que actúa incorrectamente, va ganando enemigos en el camino y ello, como dice la filósofa española Adela Cortina, no es inteligente. Quien es inteligente en los negocios genera aliados, no enemigos.

Por esto mismo es urgente que las empresas busquen permanentemente las buenas prácticas corporativas para lograr generar aliados en el camino empresarial.

En suma , actuar con ética en los negocios es la mejor inversión y constituye una camino inteligente para preparar a la empresa en un futuro que puede ser incierto.

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