Por Juan Carlos Silva Opazo. Juez del 9° Juzgado de Garantía de Santiago.
Desde la publicación de la novela de ciencia ficción “Snow Crash”[1] en la década de los noventa, aquello que parecía ser sólo producto de la imaginación del su autor, hoy en día es algo más que una realidad concreta, donde la ciencia y la tecnología han dejado atrás la fantasía para dar paso a una de las revoluciones sociales más importantes de los últimos tiempos y que cambiara la forma en que nos relacionaremos los seres humanos en el futuro.
El metaverso puede conceptualizarse como un universo paralelo donde los usuarios pueden interactuar entre sí y con el entorno digital de formas imposibles en el mundo físico.[2] En otras palabras, se trata de espacios virtuales donde los seres humanos se desenvuelven de manera inmersiva y persistente por intermedio de “avatares” que representan su personalidad en dichos mundos alternos.
Si bien su existencia y desarrollo suele vincularse con los juegos digitales de plataforma en los que predomina la realidad virtual, lo cierto es que desde hace ya un tiempo a la fecha dejo de ser una tecnología vinculada al entretenimiento, para incorporarse de lleno en áreas como la medicina[3], la educación[4], la industria, el comercio y la investigación colaborativa.
El desarrollo del metaverso implica una variedad de tecnologías avanzadas que se combinan para crear un entorno virtual expansivo y enriquecido. Estas tecnologías incluyen:
- Realidad Virtual (RV): La RV permite a los usuarios sumergirse en entornos virtuales utilizando dispositivos como cascos de RV y controladores de movimiento. Estos dispositivos rastrean los movimientos del usuario y ofrecen una experiencia inmersiva.
- Realidad Aumentada (RA): La RA combina elementos del mundo real con elementos virtuales, generalmente a través de dispositivos como gafas AR o aplicaciones móviles. Esto puede ser útil para superponer información digital en el entorno físico del usuario.
- Gráficos 3D y Renderización: Los gráficos en 3D de alta calidad son esenciales para crear entornos virtuales realistas en el metaverso. Se utilizan técnicas avanzadas de renderización para generar objetos, paisajes y personajes en 3D con detalles y texturas realistas.
- Inteligencia Artificial (IA): La IA desempeña un papel importante en la creación de personajes no jugadores (NPC), la gestión de la interacción con elementos virtuales y la adaptación del entorno según las acciones y preferencias del usuario.
- Blockchain[5] y Criptomonedas: Algunos metaversos utilizan tecnología blockchain para respaldar la propiedad de activos virtuales, como tierras o artículos digitales, a través de tokens no fungibles (NFT) y monedas virtuales. Esto permite a los usuarios comprar, vender y comerciar activos dentro del metaverso.
- Redes de Alta Velocidad: Conexiones de red de alta velocidad, como la tecnología 5G, son fundamentales para permitir la transmisión de datos y la interacción en tiempo real en el metaverso.
- Interfaz de Usuario (UI) y Experiencia de Usuario (UX): Una interfaz de usuario intuitiva y una experiencia de usuario atractiva son esenciales para que los usuarios naveguen y se relacionen de manera efectiva dentro del entorno virtual.
- Hardware Especializado: Dispositivos de hardware específicos, como auriculares de RV, gafas de RA, guantes hápticos y trajes de seguimiento de movimiento, permiten a los usuarios interactuar de manera más natural con el metaverso.
- Computación en la Nube: Muchas de las operaciones de procesamiento intensivo y almacenamiento de datos en el metaverso pueden depender de infraestructuras de nube escalables y potentes para garantizar un rendimiento óptimo y una disponibilidad constante.
- Tecnología de Audio Espacial: La tecnología de audio espacial es importante para proporcionar una experiencia de audio realista que se adapte a la posición y el movimiento del usuario en el entorno virtual.
- Seguridad y Privacidad: Se deben implementar tecnologías de seguridad y protección de la privacidad para garantizar la integridad de los datos personales y la seguridad de los usuarios en el metaverso.
Sin embargo, a medida que se avanza hacia la realización de esta tecnología, nos enfrentamos a una serie de desafíos significativos que deben abordarse para garantizar que el metaverso sea un espacio seguro, inclusivo y equitativo. En materia jurídica implicará una reformulación de las normas e instituciones jurídicas, para la regulación de esta realidad alternativa, en todo aquello que dice relación con los conflictos derivados de la propiedad de los bienes digitales, derechos de autor y eventuales conductas ejecutadas que impliquen un daño efectivo a los usuarios inmersos en el metaverso.
En efecto, al ser el metaverso, un espacio donde se desarrollan innumerables interacciones sociales, en constante cambio y expansión, con un crecimiento exponencial que va más allá del área del entretenimiento y gaming market, necesariamente traerá aparejado nuevos desafíos legales que tendrán importantes implicancias jurídicas. Lo interesante—entre muchas otras cosas—de esta realidad es el hecho de que el metaverso está completamente en manos de las empresas privadas y, por lo tanto, será una realidad orientada a los beneficios e intereses de dichas empresas.[6]
Así, las interrogantes que pueden surgir son variadas: ¿En el metaverso, se pueden crear y poseer activos digitales, como propiedades virtuales, objetos y avatares? ¿Quién tiene derechos de propiedad sobre estos activos y cómo se pueden proteger esos derechos? ¿Cómo se aplican las leyes de derechos de autor a las creaciones en el metaverso? ¿Cómo se manejan los datos de los usuarios? ¿Qué responsabilidad tienen los operadores de plataformas virtuales en caso de infracciones de datos o violaciones de la privacidad?
En materia penal, el metaverso puede ser un terreno fértil para actividades ilegales, como estafas, robo de identidad virtual y acoso cibernético. Las autoridades y las plataformas deben abordar cómo tratar estos delitos y proteger a los usuarios. Vinculado con lo anterior, el contenido generado por los usuarios en el metaverso puede variar desde lo inofensivo hasta lo perjudicial. Las preguntas sobre cómo regular y moderar el contenido en el metaverso sin infringir la libertad de expresión serán un desafío continuo.
Por último, en lo que respecta a la solución de disputas que pueden surgir no solo debido a conductas ilícitas, sino también en relación con aspectos vinculados con la posesión de activos, derechos de autor y propiedad intelectual, plantea como incógnita que jurisdicción asumirá la competencia en situaciones conflictivas. La determinación del lugar y el método para resolver desacuerdos constituye un asunto capaz de modificar la aplicación del derecho procesal y las alternativas para la resolución de controversias.
Estos desafíos reflejan la complejidad legal del metaverso, y es probable que las leyes y regulaciones evolucionen en forma mucho más pausada, a medida que la tecnología y la adopción del metaverso continúen creciendo. Los gobiernos, las empresas y los usuarios deberán abordar estos desafíos de manera colaborativa para desarrollar un marco legal adecuado para este entorno virtual emergente.
[1] “Snow Crash es una novela de ciencia ficción escrita por Neal Stephenson. La historia se desarrolla en un futuro cercano, donde el protagonista, un hacker y repartidor de pizzas, investiga una droga virtual llamada “Snow Crash” que puede infectar la mente de los usuarios en un universo paralelo denominado metaverso.
[2] García Crespo, A. Tecnologías Disruptivas Digitales (Metaverso, IA como creadora, Robótica), Apuntes Máster en Derechos Fundamentales y Tecnologías Disruptivas.
[3] En efecto en el campo del entrenamiento médico, los estudiantes de medicina podrían utilizar entornos de metaverso para simular cirugías, diagnósticos y procedimientos médicos, lo que les permitiría adquirir experiencia de una manera segura y realista.
[4] Por intermedio de aulas virtuales, los educadores pueden llevar a cabo clases en ambientes inmersivos donde los estudiantes pueden interactuar y participar en actividades educativas en 3D.
[5] Blockchain es una tecnología de registro distribuido que se utiliza para almacenar datos de manera segura y transparente. Funciona como un libro de contabilidad digital descentralizado en el que las transacciones se registran en bloques vinculados de manera secuencial. Cada bloque contiene un conjunto de transacciones y un hash del bloque anterior, lo que crea una cadena de bloques continua y segura. El atractivo de Blockchain está en la dificultad de alterarlo y, por lo tanto, en su seguridad: los bloques están siempre ordenados siguiendo un criterio temporal y una vez que se adjunta un bloque a la cadena de bloques es casi imposible cambiar los datos que están en un bloque concreto.
[6] Según un informe preparado por Access Now and Electronic Frontier Foundation las herramientas de realidad extendida recopilan los datos que luego son utilizados para la publicidad dirigida y la psichografía biométrica que permite identificar nuestros deseos e inclinaciones gracias a las reacciones que tenemos en el metaverso, como aceleración cardíaca, dilatación de las pupilas, movimiento ocular, los cambios en la respiración, y otras.
