Leonel Torres, juez y youtuber legal: “El derecho es latero en sí, entonces hay que buscar cómo hacerlo interesante y entendible”

Jul 15, 2022 | Entrevistas

Por Felipe Díaz

El magistrado del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Temuco es la persona tras la plataforma de YouTube Netflix Jurídico. ¿A quiénes apunta? “Esto es un público orientado al conocimiento. No es como el video de la Caída de Edgar, está orientado a gente que quiere capacitarse”, dice el juez.

Durante las mañanas, Leonel Torres Labbé es el juez titular del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Temuco. Bajo este rol, viste terno y corbata, y se ciñe al tradicional lenguaje que se ocupa en tribunales. Por las tardes, es profesor, utiliza poleras -tiene una colección de estas prendas- y es la mente tras el canal de Youtube Netflix Jurídico. Y confiesa: “Me gusta el Metal. Voy a conciertos de Metallica, no es una pose”.

En esta entrevista con En Estrado, el magistrado relata cómo comenzó la idea, el presente y futuro de su canal, así como los secretos del éxito que lo ha llevado a tener más de 12.000 seguidores y miembros en su plataforma.

¿Cómo nace esta idea de hacer un canal de YouTube de contenido legal?

La prehistoria es que comencé a subir clases que dictaba en pregrado, en la Universidad Católica de Temuco, en 2015. Empecé a grabar antes de la pandemia, y subía las clases para los alumnos que estudiaban mi ramo, que es Derecho Procesal. Y poco antes de la pandemia, hubo un momento en que los colegas me decían: “Profe, ese estilo de clases práctico, de estudio de jurisprudencia, lo podría hacer no en Procesal, sino que en otras materias, como Penal, Procesal Penal, Civil”. Yo dije que podría ser, pero eso implicaría que solo hiciera clases en YouTube. Y yo lo que hago es replicar mis clases, no hago más horarios de clases que los de la universidad.

¿Y qué lo hizo dar el siguiente paso?

Yo estaba pensando en esta idea y para la pandemia YouTube me mandó un mensaje, diciendo que podía optar a un sistema de membresía. Es decir, puedo subir videos y establecer canales de información más formales. Esto era abril de 2020 y yo dije: vamos a intentarlo. Comencé en Procesal Penal y Procesal Familia, que es lo que más me pedían los colegas.

¿Cuál es el presente del canal?

De esta manera comenzamos, de manera de generar instancias académicas a distancia y, actualmente, tenemos 32 cursos, y más de 600 módulos de clases que han ido creciendo de acuerdo a la necesidad de los colegas. Lo que yo hice fue evocar toda mi experiencia como relator de Corte de Apelaciones. Casi 8 años de relator de Corte y esto implicó que me tocaba estudiar profesionalmente, como parte del Poder Judicial, todas las materias. Los recursos de protección, los amparos, las cautelares en Penal, Familia, Policía Local. Relaté hasta en tributario. Entonces, todo ese conocimiento que pasó desde el pregrado hasta el ejercicio profesional, me permitió tener conocimiento de diferentes materias. Y diseñé cursos que están orientados a la actualización jurídica, las nuevas leyes y el estudio de jurisprudencia. Como relator tenía que hacer eso.

¿Cómo le ayudó esta experiencia?

Esa experiencia práctica la llevé al canal, y este creció de una manera impensada. El desafío inicial fueron dos cursos: Procesal Penal y Procesal Familia, que son las líneas de trabajo más habitual para la gente ahora. Luego, me preguntaron si podía hacer lo mismo para Policía Local. Estos cursos tienen un diseño que, estructuralmente, son muy similares. Se aborda la teoría, que es la ley, la doctrina, las opiniones, y su aplicación práctica. Y así llevamos dos años de evolución, que ha implicado, por ejemplo, que ahora invito a jueces de distintas áreas. Yo hago la parte teórica, y luego se suma el juez de la materia y hacemos una simulación. Incluimos todo lo práctico, como es individualizarse ante el tribunal.

¿Cómo fue el paso de profesor a youtuber?

Siempre he estado muy cercano a las tecnologías. En 2015, cuando había algún paro en la universidad, me preguntaba cómo lo hacía para acercarme a los alumnos y se me ocurrió subir las clases a YouTube. Así, podían conectarse a cualquier hora desde cualquier dispositivo. Si hay un tema complejo, lo vuelves a ver. O si hay un tema que es entretenido, lo escuchas de fondo. Yo trato de hacer clases bien dinámicas, no lateras. El derecho es latero en sí, entonces hay que buscar cómo hacerlo interesante y entendible.

¿Cómo amplió su número de seguidores, llegando más allá del alumnado?

Esto empezó a crecer más allá de mis alumnos. Por ejemplo, otros colegas que buscaban la misma información de otras universidad. Y la pandemia fue el empujón, que me permitió este sistema de membresía. Son tres membresía y estas horas extra de trabajo sentía que debían ser remuneradas. De todas formas, el canal tiene hasta hoy contenido gratuito.

¿Cómo es esto de la membresía?

Pensé en una membresía básica para jóvenes de pregrado. El mínimo que me permite YouTube es $ 2.000. Esa fue la básica. Les digo a los estudiantes que eso vale un par de Bálticas. Con esos $ 2.000, se puede acceder a las clases de pregrado de manera ilimitada. Para tutoría de grado, yo creo que pueden pagar $ 7.000, que era el mínimo que me permitía Youtube. Y para cursos especiales para abogados, $ 10.000 mensuales. IVA incluido. Todo en el mínimo que permite YouTube.

¿Cuál es la motivación tras este canal?

Yo con eso estoy instalando una idea. El cambio en el paradigma de la educación del Derecho. Tiene que estar orientado en dejar la teoría y acercarse un poco más a la práctica. Porque hoy los abogados salen con una base de información teórica y sin cercanía con la práctica. La idea es hacer la conexión y ahí está la clave del canal.

¿Cuál es el público que busca su material?

El canal tiene 12 mil suscriptores. Casi todos son abogados. El rango etéreo va desde los 25 años hasta los 34 años, entonces pensé que eran recién titulados. Y me di cuenta que los recién titulados no tienen apoyo, porque ya no están pagando la universidad y para el postgrado se necesita uno o dos años de ahorro. Y en ese limbo tenemos abogadas y abogados que llevan dos años, sin plata para posgrado, y tienen que estar actualizados. Entonces, ¿qué hago yo? Los actualizo a una cifra alcanzable para todos. Esto es un público orientado al conocimiento. No es como el video de la Caída de Edgar, está orientado a gente que quiere capacitarse.

¿Cómo nace el nombre de Netflix Jurídico?

El nombre surgió para explicar el sitio y ese es el cambio generacional, el cambio de paradigma. Las preguntas que recibía eran básicamente tres: ¿Se paga por curso? No, tú te unes a la membresía y puedes ver todas las películas que quieras. ¿Y cuántas veces se puede ver la clase? Todas las que tú quieras. ¿Y a qué hora? Cuando tú quieras, igual que Netflix. Y ahí nació el Netflix Jurídico. Es el concepto, más que la marca. Y ahí está la clave.

¿Cuál es el sello personal tras la plataforma?

Como yo soy juez penal, y a propósito del tema de las corbatas, yo marqué una diferencia en mí. En las mañanas soy juez formal, con mi corbata. No soy yo, soy un funcionario público cumpliendo mi rol. Por la tarde hago mis clases y técnicamente, yo soy un tipo ochentero, que me gusta el Metal. Voy a conciertos de Metallica, no es una pose. Y me gustan series clásicas y colecciono poleras. Entonces, en mis clases saben que quien habla es el docente, el tipo de la polera, no el juez.

¿Qué comentarios ha recibido al interior del Poder Judicial?

La verdad es que en el Poder Judicial, en general, no mucha gente entiende lo que hago. Me dicen: bien que haga clases por YouTube, pero no entienden bien qué es la plataforma. Es algo que está muy fuera de lo que entienden la mayoría de mis colegas. Por ejemplo, en mi tribunal soy el menor. Yo tengo 40 años y tengo colegas de 70 años.

¿Cómo organiza sus futuras clases?

Yo lo organizo mensualmente. Hago una encuesta para los alumnos y para el canal, en que votan 600 personas, y aparecen las tendencias. De las tres mayores tendencias, elijo la que es más loable que yo haga.

Y luego sigo una línea de cursos, que se llama Tu Primera Audiencia. Es un módulo doble. Primero enseño la ley y luego, por Zoom, hacemos una simulación. Armamos una escena para que sea de manera práctica. Están de moda los tutoriales en YouTube. Eso se mantiene mensualmente. Por ejemplo, este mes toca cómo se interrogan a los testigos en materia Familia, en materia Civil o materia Penal.

Otro curso se llama los fallos del mes. Elijo los mejores fallos y los analizamos. Y los colegas quedan felices, porque quedan actualizados.

Y también abordamos las últimas leyes. En julio, la Ley de Arrendamiento. La estudiamos y lo enseñamos para todos los colegas. Y también lo hicimos con la nueva Ley de Delitos Informáticos. Esto permite que el canal siempre tenga algo interesante y que la membresía se justifique.

¿Cuál es el futuro del canal?

Replicar esto que hemos estado haciendo, pero con otras ciencias. Por ejemplo, en el ámbito de la Sicología y que también haya otros profesores. Las ciencias auxiliares del Derecho. Así ir creciendo. Como Netflix tiene un apartado para niños, que exista un apartado para abrir puertas a peritos sociales, sicólogos, periodistas y otras personas que trabajen con abogados. Además de respetar esas carreras, también correlacionarnos.

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