Le negaron dos veces la atención dental tras estar recuperado: el camino del primer defensor penal público contagiado con Covid-19

Jun 16, 2020 | Uncategorized

Créditos Imagen : Defensoría Penal Pública

Carlos García, que está cargo de la Defensoría en Colina, recordó episodios de discriminación que vivió cuando quiso atenderse en una clínica dental. Tras volver al trabajo, le tocó un motín en Colina 1.

Andrés López Vergara, En Estrado.

“En general tengo buena salud y me siento bien, pero tengo 59 años y tengo diabetes e hipertensión, que están controladas. De acuerdo con la información que había, enfermarse de Covid-19 no era recomendable”, reflexiona el jefe de la Defensoría de Colina, Carlos García.

En un artículo publicado en la web del organismo, el abogado se convirtió en el primer defensor público que contrajo la enfermedad durante la emergencia sanitaria. Relata que el contagio se registró durante una audiencia del Juzgado de Garantía de Colina realizada en marzo.

Comenzó la cuarentena preventiva en su casa, a raíz de las sospechas de un posible contagio, y días más tarde comenzó a sentir malestares parecidos a los de un resfrío. “Se confirmó que una segunda magistrada tenía el virus y después que otros dos funcionarios también se habían contagiado”, dice en el artículo.

Esto le preocupó, puesto que padece enfermedades de base que lo situaban dentro de los grupos de mayor riesgo sanitario.

El abogado relata que cuando fue al médico, éste no quería hacerle el test PCR, ya que aún no tenía los síntomas más característicos de la enfermedad. Él insistió. “El examen salió positivo y días después comenzaron los síntomas más distintivos (…). El médico me informó que tenía que aislarme en mi casa, pero no de mi familia, porque ellos con toda seguridad ya tenían que haberse contagiado. Como habían pasado ya varios días, dijo que lo más probable es que fueran asintomáticos, lo que afortunadamente fue así. Nunca se enfermaron”, afirma.

El efecto fue anímico, un desánimo que le duró una semana. Pasó el tiempo y se recuperó. Pero se añadió otro hecho que lo molestó.

Discriminación

Su primera salida fue para ir al dentista. “La recepcionista me hizo algunas consultas de rutina por la cuarentena. Cuando me preguntó si yo había tenido contacto con alguna persona contagiada y le dije que había estado enfermo por Coronavirus, pero que ya me había recuperado, a ella le cambió el semblante. Fue a hablar con otras personas. Se escuchaba al dentista decir, ‘pídanle el carnet de Mañalich’. Al rato sale la administradora y me invita a salir del lugar. En la calle me explica que no podían atenderme, hasta no tener un certificado de que ya no contagiaba. Inútil fue explicarle que me habían dado de alta y que ya habían pasado 28 días desde el contagio. No me atendieron”, relata en el artículo de la Defensoría Penal Pública.

Luego de esto, se fue a una clínica del sector Oriente para obtener su certificado de alta y retornó al centro de salud dental y a pesar de exhibir el documento, de nuevo le negaron la atención.

“Ahí me indigné, porque me sentí abiertamente discriminado. Les dije que emprendería acciones judiciales y me fui”, cuenta y dice que posteriormente lo llamaron por teléfono. “Cuando entré al centro dental fue como que llegara un ministro de Estado. Todos se movilizaron. Cuando pasé a la consulta me encontré con un astronauta de la NASA. ¡El dentista estaba forrado entero!”, relata.

Pasaron los días y retornó a sus labores, siendo un motín en la cárcel de Colina 1 el primer incidente que le tocó atender.

“Como defensor local jefe fui a Colina 1 con gente de la Defensoría Regional Metropolitana Norte (DRMN), para ver en terreno lo que estaba pasando. Entramos a la cárcel con el jefe de Estudios, Octavio Sufán, y con el periodista, para observar y registrar lo que estaba pasando”, señala.

Sobre su camino como contagiado de Covid-19, el defensor reflexiona: “Cuídense, que esta cuestión no es broma”.

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