Créditos Imagen : Consejo para la Transparencia
Andrés López Vergara, En Estrado.
Una serie de situaciones relacionadas con las brechas de género entregó el Estudio Nacional de Transparencia y Protección de Datos Personales 2020 del Consejo para la Transparencia (CPLT).
Al entregar las estadísticas, la presidenta de la entidad, Gloria de la Fuente, reconoció la existencia de avances en términos de disminución de las desigualdades que viven las mujeres, pero enfatizó en una evaluación más crítica por parte de las mujeres sobre la relación que se establece entre ciudadanía y Estado, y sobre la calidad de la información que éste le entrega.
Por ejemplo, según un comunicado del CPLT, las mujeres manifestaron una mayor percepción que los hombres de que existe mal trato (84% v/s 80%), que los organismos públicos son poco transparentes (79% v/s 77%) y que la información que las instituciones públicas ponen a disposición es poco confiable (39% v/s 45% respectivamente, consideran que es confiable).
Una de las aristas de la labor del CPLT se asoció con la promoción del acceso a la información pública como “derecho llave” en el caso. Al respecto explicó que se trata de “un vehículo a través del cual se puede obtener información, acceso y/o la protección de otros derechos que el Estado debe asegurar, como salud y educación”. Agregó que: “Para que el acceso a estos derechos funcione, el tipo de relación entre la ciudadanía y el Estado es clave y ésta, lamentablemente, refleja diferencias de género”, las que imponen barreras a los objetivos que persiguen las mujeres cuando se acercan a solicitar información a entidades públicas.
Obstáculos en la relación con el Estado inciden más en pandemia
Por otra parte, el estudio del CPLT apuntó a una baja internalización de conocimientos sobre la Ley de Transparencia –solo un 15% de las mujeres declara conocerla, versus un 20% en el caso de los hombres- y del Consejo para la Transparencia (un 13% de las mujeres y un 23% de los hombres encuestados).
De la Fuente explicó que “esta negativa percepción de las mujeres sobre el Estado, sumado a un menor conocimiento de la institucionalidad de transparencia, impone una barrera entre éstas y la administración pública, generando menor interés en acceder al Estado, lo que en tiempos de crisis puede significar perderse información de beneficios económicos y sociales que hoy podrían hacer una gran diferencia en sus vidas”.
Y agregó que se “trata de una dimensión que en tiempos de pandemia se ha vuelto trascendente, pues ante la incertidumbre y la precarización de las condiciones materiales que ha impuesto el coronavirus, el Estado ha debido tomar un rol muy activo para paliar sus efectos, ampliándose con ello el catálogo de beneficios y subsidios”.