La importancia del uso de diseño gráfico en los juicios orales para explicar mejor la teoría del caso. Por Waldo Ortega Jarpa

Mar 15, 2023 | Opinión

Por Waldo Ortega Jarpa. Doctor en Derecho, Magister en Derecho Penal. Socio en Ortega & Wyss. Autor de “Litigación oral para el proceso penal”

Enseñamos que el juicio oral es la batalla por la imaginación del juzgador. También decimos que el objetivo es reconstruir la verdad histórica.

En el afán porque gane nuestra historia, a menudo olvidamos que los recursos gráficos, son la mejor herramienta para demostrar cuestiones tales como:

El lugar donde la persona fue detenida.

La trayectoria del proyectil y el ingreso en el cuerpo causando la muerte.

La comparativa entre dos muestras de ADN.

El sitio del suceso, superando el planimétrico en blanco y negro que a menudo no aporta mucho.

La criminodinámica de la caída del cuerpo, si ha sido golpeado con un objeto o se ha disparado con un arma de fuego.

La colisión entre dos cuerpos, como el choque de dos vehículos, por ejemplo.

La reproducción gráfica del texto, si estamos litigando delitos contra el honor.

La gráfica explicativa de un informe contable, entrada y salida de dineros, prefiéralo a mostrar el informe contable o compleméntelos, los abogados somos pésimos contables.

La forma cómo se hace un determinado procedimiento quirúrgico resumido en un par de minutos de video.

Es importante contar con entrenamiento para hacer algunas presentaciones, hoy por hoy, el Power Point ha dejado el lugar a otras aplicaciones, tales como Canva y Genially, en mi opinión las dos más simples de usar. Las ventajas son:

  • Se trata de aplicaciones en línea muy intuitivas
  • Tienen gráficos, videos y sonidos
  • Una gran base de datos con plantillas modificables
  • La relación precio-calidad es razonable y también existe una forma gratis, limitada en recursos, por supuesto
  • Permiten incorporar nuestros propios recursos, como videos, fotografías, etc.
  • El desarrollo de la litigación, hace imprescindible que los litigantes conozcan las herramientas gráficas y sepan utilizarlas, de manera eficiente para la teoría del caso.

Y tarde o temprano, ojalá más temprano que tarde, las escuelas de Derecho deberán comenzar a enseñar el diseño gráfico a los futuros litigantes.

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