En Estrado.
El pasado 12 de marzo, la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial de la Cumbre Judicial Iberoamericana emitió el dictamen acordado en 2020 referido a los jueces y la política, así como a la alternancia entre el desempeño en la judicatura y el ejercicio de la abogacía en representación de intereses privados. El documento se denomina “Propuestas éticas frente a las ‘puertas giratorias’”.
“Es nefasto para un Estado de Derecho que los cargos decisorios de la justicia, lleguen a ser ocupados por políticos con reconocidas militancias políticas y sin vocación judicial, pues es muy probable que en vez de controlar los desvaríos de los otros poderes públicos, como corresponde a los jueces, incurran en el despropósito de poner la función judicial al servicio de su copartidarios o aliados políticos para obtener dividendos muy convenientes a sus aspiraciones futuras”, señalan.
“En términos generales se pueden identificar tres escenarios de puertas giratorias que afectan a la administración de justicia: 1) la incorporación desde el Poder Judicial a la política y desde la política hasta el Poder Judicial 2) la sucesión en el ejercicio de la judicatura y el ejercicio profesional privado, y a la inversa, es decir, a la frecuencia de supuestos en que se pasa de la corte al bufete y del bufete a la corte casi sin solución de continuidad; y 3) el acceso de los jueces de los órganos constitucionales judiciales a otros”, agregan.
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Decimocuarto dictamen CIEJ 12-marzo-2021 sobre puertas giratorias y los jueces en perspectiva etica
