La iniciativa impulsada por el abogado y docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Patricio Rosas, fue destacada por contener acciones y estrategias que podrían contribuir a la prevención del delito y la violencia, además de promover el uso de información y evidencia para generar mejores políticas públicas en la materia.
La iniciativa “Fugitivos de la justicia: Foco investigativo tipo para la identificación y persecución de prófugos, desde el análisis criminal” fue seleccionada para el ingreso al Banco de Buenas Prácticas 2021 de la Fundación Paz Ciudadana (FPC), reconociendo el trabajo del abogado y docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Patricio Rosas, en la contribución para prevenir el delito y la violencia, según informó la Casa de Estudio en su sitio web.
“El trabajo se enmarca en una serie de proyectos ejecutivos en clave criminológica, que se ha desarrollado en intercambios entre la cátedra y la investigación penal”, explicó al respecto Rosas, quien es miembro del Departamento de Ciencias Penales de dicha universidad.
El premio reconoce que la iniciativa identifica problemas concretos en las políticas criminales a nivel de delincuencia y seguridad, y que puedan ser abordados desde diversas perspectivas, tal como el análisis criminal y los enfoques de la criminología aplicada, para desarrollar propuestas de solución, con modelos replicables a ciertos fenómenos relevantes y contingentes, y con repercusiones en la sensación de inseguridad e impunidad.
En concreto, la iniciativa realiza una propuesta en relación a los Prófugos de la Justicia, y refiere que, según cifras de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, en Chile habrían más de 60 mil personas con órdenes de detención.
Además, el trabajo traza un puente entre dos vías de “lo público”, por un lado la academia, representada por la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, y la agencia de investigación penal de la Fiscalía de Chile, que hace eco también de la vocación de servicio público que recogen estos proyectos.
“Hay cada vez más apertura hacia actores claves, estudiantes y ayudantes que, desde sus perspectivas en formación, enriquecen con esfuerzo y convicción, actitudes crítico-constructivas para detección de fenómenos criminales y propuestas en clave criminológica”, añadió el académico responsable del proyecto.
El reconocimiento internacional que le da la FPC al proyecto, se basa en la presencia de acciones y estrategias que podrían contribuir a la prevención del delito y la violencia, además de promover el uso de información y evidencia para generar mejores políticas públicas en la materia, y que deben ser registradas en un repositorio de alcance internacional y dada a conocer púbicamente. En esta línea, anteriormente también se habían reconocidos iniciativas consideradas buenas prácticas, en materia de recuperación de armas de fuego (2018) y propuestas de control de la violencia armada (2019).
“La distinción es un aliciente para la exploración de nuevas necesidades concretas en materia de fenomenología criminosa y seguridad ciudadana, a efectos de proseguir identificando problemas recurrentes, y proponer novedosas formas de abordaje, desde la evidencia criminológica hacia el fomento de políticas criminales exitosas, en eficacia y eficiencia, y con nuestro sello identitario de vocación social en lo público”, concluyó Patricio Rosas.
