Entre todas. Por María Luisa Ginesta.

Mar 8, 2023 | Opinión

MARIA LUISA GINESTA. ESCRITORA. FUNDADORA Y PRESIDENTA FUNDACION ENTRE TODAS.

La “Convencion de Belem do Para”, afirma que “la violencia contra la mujer trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente de su clase, raza o grupo étnico, nivel de ingresos, cultura, nivel educacional, edad o religión y afecta negativamente sus propias base”.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró en el caso Opuz vs. Turquía que “la falla del Estado de proteger a las mujeres contra la violencia doméstica viola el derecho de ellas a igual protección de la ley y esta falla no necesita ser intencional”.

La sociedad está cambiando y eso obedece también al cambio que hemos vivido “entre todas”, pues la discriminación es un problema que afecta a la mujer independiente de su raza, religión o nivel socioeconómico.

Si bien la develación de las vulneraciones nunca son sencillas, existe una categoría de violencia o de discriminación que es aún más silenciosa y compleja de abordar. Y es aquella que ocurre en sectores de clase media o derechamente en los sectores más acomodados, donde la violencia puede ser no sólo física o psicológica, sino también económica, lo que acarrea una silenciosa precariedad e incluso la discriminación social; Es entonces un problema interseccional que redunda en una discrinación por ser mujer y pertenecer a cierta clase social donde lamentablemente, aún se vive de apariencias, se cuestiona las rupturas matrimoniales, la crianza de los hijos, el status económico, etc. Y así, nos encontramos con mujeres que cargan con esta cruz de manera silenciosa, y que se postergan buscando lo mejor para sus hijos.

Nadie elige donde nacer o en qué familia crecer, pero sí podemos decidir qué hacer con las oportunidades que se nos presentan. Hoy tenemos la oportunidad de apoyarnos “entre todas”: y es ahí cuando nace la hermosa palabra “sororidad”.

La discriminación también afecta a mujeres de clase media y sectores acomodados. Muchas de ellas no reciben el amparo y protección de entidades gubernamentales; tampoco existen redes de apoyo que las cobijen. Detrás de cada mujer hay una historia única y es importante que aprendamos a ver el mundo desde su perspectiva para poder comprender mejor sus experiencias y necesidades.

Entre todas debemos instar y fomentar redes de contención, donde las mujeres de diferentes sectores y niveles socioeconómicos se acerquen, se apoyen y puedan compartir sus experiencias. Todos tenemos un papel importante que desempeñar en la lucha contra la discriminación, pero el punto de partida debemos darlo fraternalmente entre todas.

No estamos solas si entre todas nos acompañamos, nos contenemos y nos apoyamos. Aunque cada mujer es protagonista de una historia, todas somos una. Tus problemas, tus dolores, tu sentir y tu mirada será acogida EntreTodas.

 

 

 

 

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