Juan Pablo Buono-Core era fiscal de la zona Sur y estaba cargo del caso por robo con intimidación a un repartidor de pan que se convirtió en unos de los primeros hitos de la puesta en marcha del nuevo sistema de justicia. Fueron dos meses lo que duró la investigación que terminó en una condena de cinco años y un día.
“Se realizaban algunas diligencias, se le da la posibilidad a los abogados para que hiciera todo lo que consideraran necesario en cuanto a la defensa a su imputado, y cuando teníamos todo listo ¿para qué íbamos a alargar la prisión preventiva?, inmediatamente presentamos acusación para someter la decisión al Tribunal Oral en lo Penal”, señala.
En Estrado.
En la sala del Sexto Tribunal Oral de Santiago estaban presentes las más altas autoridades en materia de justicia del país. Ese 12 agosto de 2005 se realizaba el primer juicio oral de la Reforma Procesal Penal en la Región Metropolitana.
“Luis Bates, ministro de Justicia declaró en un receso en el desarrollo del juicio, que menos de dos meses ya se está llegando al fin de este caso, lo que demuestra la diferencia sustancial que existe con el antiguo proceso”, señala un artículo publicado en Emol que registraba el hito.
Por parte de la fiscalía estaban Juan Pablo Buono-Core y Héctor Bárros, actual fiscal regional Sur.
“Nuestro trabajo en la Unidad de Robos era tomar los casos que estaban inmediatamente para ser llevado a juicio oral. Realizamos algunas diligencias, le tomamos declaración a la víctima, a los testigos de carabinero y teníamos el vehículo que se había recuperado y el arma de aire comprimido. Era un robo con intimidación. Ese día compareció la víctima, que era un repartidor de pan, los dos funcionarios de Carabineros y teníamos las fotografías. El juicio empezó a las nueve de la mañana y terminó aproximadamente a las tres y media de la tarde”, señala el abogado penalista Buono-Core.
La semana pasada se cumplieron 16 años de este hito y el contexto ha cambiado. Investigaciones que antes duraban meses, ahora demoran años. Poco a poco el espíritu de la Reforma fue cambiando a causa de las nuevas políticas de persecución penal y la aparición de delitos de mayor complejidad investigativa.
“El otro día apareció en las noticias una investigación que data de 2013, donde se demoraron 7 u 8 años en realizar una reconstitución de escena de una persona que está desaparecida. Y en el debate presidencial le preguntaron al candidato Carlos Maldonado, que fue uno de los encargados de la Reforma Procesal Penal en el Ministerio de Justicia cuando trabajó en los dos gobiernos de Michelle Bachelet, señaló de que la RPP tenía como objetivo principal ser diferente al sistema inquisitivo, en el sentido de que las investigaciones no excedieran más de seis meses, es decir, que no duraran como ocurría en el sistema antiguo, en algunos casos de 10 a 15 años. Ahora las indagatorias se están demorando lo mismo que en el sistema antiguo”, manifiesta Buono-Core.
-¿Cómo fue la experiencia del primer juicio oral en la RM?
-Ese hecho que ocurrió en julio se demoró aproximadamente 10 días en investigar y tomar declaración a los testigos porque era un caso de flagrancia. En menos de dos meses ya había sentencia, en este caso condenatoria. Es decir, la Reforma Procesal Penal se inicia con una rapidez en la investigación y con un tiempo determinado de indagatoria desde que se ocurre el hecho hasta la condena. Ahora, obviamente, ahora eso es diferente. Se está pareciendo más al sistema inquisitivo. La idea de llevar a juicio oral el 2005 un caso como el del robo con intimidación fue precisamente demostrar de que la justicia puede ser rápida si se trabaja en forma clara, lo que no significa que no sea objetiva y que no le permita a la defensa presentar sus pruebas.
-O sea, tenían claro que había casos que se podían alargar y otros no. Y en base a eso dirigían la investigación con más rapidez
-Por el tipo de delito. En esa época había una unidad de juicios y que tomaban delitos contra el patrimonio, específicamente robos con intimidación o con violencia y por flagrancia. Se realizaban algunas diligencias, se le da la posibilidad a los abogados para que hiciera todo lo que consideraran necesario en cuanto a la defensa a su imputado, y cuando teníamos todo listo ¿para qué íbamos a alargar la prisión preventiva?, inmediatamente presentamos acusación para someter la decisión al Tribunal Oral en lo Penal.
-¿Cuántos se tiempo funcionó esa unidad?
-Se mantuvo un tiempo, prácticamente seis meses. Y después, a los dos años, se reactiva nuevamente. Pero ahí nos demoramos un poco más porque obviamente también estaba la idea de que el juicio oral fuera lo último y que existen otro tipo de salidas, como, por ejemplo, los procedimientos abreviados o, en algunos casos, la suspensión condicional del procedimiento. Entonces también se tenían que agotar esos mecanismos de solución de conflictos establecidos en la ley.
