Director Nacional de Defensa Pública de República Dominicana: “Chile es un referente para mejorar la calidad de vida de las defensorías públicas de la región”

Jun 23, 2021 | Entrevistas

Rodolfo Valentín Santos fue defensor público durante 17 años antes de asumir como autoridad máxima de la defensa pública en la nación caribeña y en entrevista con En Estrado dice que su país quiere ser un modelo de gestión en América Latina. “El proyecto de colaboración con Chile y Agcid nos ha ayudado a mejorar considerablemente nuestra calidad de gestión”, dijo.

Equipo En Estrado

En enero de 2019, gracias a un Fondo Chile otorgado por Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), al que concursó y ganó la Defensoría Penal Pública, la institución inició un proyecto de cooperación con la Oficina Nacional de Defensa Pública (ONDP) de República Dominicana, el que se ha traducido en capacitaciones a los defensores penales de la nación caribeña, sobre litigación avanzada y de defensa especializada en adolescentes, migrantes y mujeres.

Actualmente, al cumplirse 18 meses de ejecución del proyecto apoyado por la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Agcid), el director nacional de la ONDP; Rodolfo Valentín Santos, hace un balance de los avances alcanzados en este período, pese a la irrupción de la pandemia por COVID-19, que obligó a la suspensión parcial de los viajes desde y hacia República Dominicana.

¿Qué ha significado para la Oficina Nacional de Defensa Pública el proyecto de cooperación desarrollado con la Defensoría Penal Pública de Chile?

El proyecto que patrocina la Agencia Chilena de Cooperación para el Desarrollo ha sido de vital importancia para nuestra institución. Estaba recién nombrado en este cargo y al ingresar noté mucho sesgo en las áreas de gestión y operaciones. De ahí que este proyecto nos cayó como una lluvia de bendiciones.

En estos meses y gracias a lo aprendido en modelos de gestión, hemos podido disminuir la burocracia administrativa, que tiene que ver con el trabajo que desarrollan los defensores y defensoras. Desde que empezamos este proyecto con Chile, hemos podido eliminar siete libros y 14 formularios que los defensores debían rellenar para realizar su trabajo y para producir estadísticas. En ese momento, los defensores estaban a cargo de la realización del 65% del trabajo administrativo de la entidad.

¿Eso significa que ahora pueden dedicarse a tareas propias de la defensa?

Claro, ahora tienen más tiempo para preparar sus casos y la estrategia de defensa.

En estos 18 meses de proyecto conjunto ¿Qué actividades desarrolladas por la Defensoría Penal Pública de Chile destacaría y por qué?

Para nosotros han sido fundamentales las capacitaciones en el área de litigación de defensa en general y también las vinculadas con la especializada en adolescentes. Si bien, aún hay cursos pendientes -producto de la pandemia- los talleres ya realizados reflejan una clara mejoría en la calidad de la litigación en los tribunales.

Otro aspecto importante ha sido el modelo de gestión de calidad que nos están enseñando y que utiliza la Defensoría Penal Pública. Es sumamente eficiente y lo queremos adoptar. La capacitación que recibimos, el proyecto con los servidores, las plataformas para el trabajo en redes, nos vino como anillo al dedo para trabajar durante esta pandemia, pues no ha permitido mejorar la eficiencia en la labor que desarrollan nuestros defensores.

El presidente de la Corte Suprema de República Dominicana se reunió con el ministro de Justicia, Hernán Larraín, y conversaron sobre la experiencia de las audiencias remotas que tenían allá y como nosotros también las estábamos incorporando. De hecho, ya se está creando un servidor en el poder judicial donde defensores y fiscales tendrán acceso a los expedientes de los tribunales.

¿Qué evaluación hacen los defensores de República Dominicana del trabajo aprendido de sus pares chilenos?

Nos sentimos muy felices con el trabajo que ha desarrollado la Defensoría Penal Pública de Chile, porque detectaron las falencias que tenemos y nos han ayudado a subsanarlas. Son un equipo de trabajo altamente calificados. Si tuviéramos la oportunidad de elegir a alguna defensa pública de la región para hacer un proyecto otra vez, nosotros, sin dudarlo, los volveremos a elegir.

El acompañamiento que nos han dado va mucho más allá de las capacitaciones y el modelo de gestión. También hemos podido realizar manuales de defensa especializada, para adultos, migrantes, adolescentes y también manuales para la presentación de recursos.

¿Cómo ve el futuro de la defensa pública de su país?,¿Cree usted que este proyecto ha sido un aporte para mejorar?

Creo que la defensa pública en República Dominicana tiene un antes y un después del desarrollo de este proyecto. Se hacía necesaria la transformación de la defensa penal pública y competir con los avances que ha tenido el poder judicial en este país.

Hemos sido una institución invisibilizada por los gobiernos. Sin embargo, hoy es la institución que más trabaja. Es imposible que haya un estado de derecho sin una defensa pública efectiva. Creo que hoy se conoce más la defensa pública que en la gestión pasada.

¿Cómo han impactado las capacitaciones recibidas en la litigación de los defensores dominicanos?

Soy litigante de sangre, porque vengo de ser defensor público y es la primera vez en 18 años que un defensor asume este cargo. No dejo de ir a los tribunales porque necesito supervisar la calidad de la defensa de nuestros abogados. Se envían encuestas para que los coordinadores puedan evaluar a estos defensores, en particular. Las entrevistas y el acompañamiento de manera presencial nos permitió darnos cuenta como mejoró la calidad de estos defensores en la litigación de adultos y de niños, niñas y adolescentes.

¿De qué manera las herramientas de gestión han mejorado los procesos de evaluación de desempeño de los defensores?

Cuando llegamos, en diciembre de 2018, ya había un proceso de evaluación de desempeño y yo en los particular como defensor era parte del equipo de evaluadores. Era un proceso tedioso porque es una evaluación muy exhaustiva.

Con la experiencia que hemos tenido con nuestros pares chilenos, con la inducción y las sugerencias, hace dos o tres meses pudimos terminar con el antiguo proceso de evaluación, que para nosotros fue un fiasco. Sin embargo, ahora con el monitoreo diario e introducción permanente de información, vamos a tener un mucho mejor proceso en el próximo hito. Habrán mucho menos traslados que retrasan los tiempos.

Gracias a la Defensoría chilena hemos aprendido cómo las cosas se pueden hacer de manera sencilla y efectiva, y  también que las complejidades en los procesos no llevan a resultados positivos.

¿De qué manera estas herramientas tienen impacto en el trabajo diario de los defensores?

Ha sido de gran ayuda porque, como ya dije, ya no usamos libros para plasmar cada situación. Ahora con un click ya está trabajando. Así, la información es mucho más efectiva para el trabajo que se desarrolla en audiencia.

¿Cuan importante cree usted que son estos proyectos de colaboración entre instituciones de países de la región?

La Oficina Nacional de Defensa Pública de República Dominicana quiere ser un modelo de gestión en América Latina, y el proyecto de colaboración con Chile y Agcid nos ha ayudado a mejorar considerablemente nuestra calidad de gestión. Chile es un referente para mejorar la calidad de vida de las defensorías públicas de la región y para mejorar el servicio, lo que repercute en los usuarios del sistema. Se lo digo, cada vez que a nosotros nos toque hablar de los cambios de nuestra defensa pública, vamos a tener que mencionar nuestro proyecto de cooperación con Chile.

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