En Estrado.
En una ceremonia realizada ayer en el Centro de Arbitraje y Mediación (CAM) de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), 33 nuevos árbitros fueron incorporados a la nómina general para sumarse a la labor de resolución de controversias y búsqueda de acuerdos entre los distintos actores de la sociedad.
Con la incorporación de los nuevos árbitros, el CAM Santiago sigue la línea de abrir la institución a diferentes profesionales, y se suma al nombramiento de 26 mujeres el 2019 y 30 árbitros jóvenes a principios de este año. Dentro de esta nueva nómina destaca la presencia de destacados abogados y abogadas como Francesco Campora, Alejandro Vergara, Soledad Recabarren, Verónica Undurraga, Lilian San Martín, Gerónimo Carcelén, Ariela Agosin y Cristián Boetsch entre otros.
Por su parte, el presidente de la institución, Herman Chadwick, explicó la importancia del rol del arbitraje en nuestro país y citó la obra El Juicio Arbitral de Patricio Aylwin Azócar, autor que señaló que los árbitros son verdaderos jueces, por lo que se les aplican normas generales prescritas por la ley debido a la naturaleza de sus cargos. “Esta calidad de juez no sólo otorga a los árbitros la competencia para decidir, sino que también les impone algunos deberes, prohibiciones y responsabilidades inherentes a la función”, explicó.
En tanto, la presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago, María Teresa Vial, valoró el rol de las instituciones arbitrales en nuestra sociedad. “Desde su posición, pueden supervisar de mejor manera el proceso de arbitraje, los respectivos honorarios y también poner a disposición de las partes la estructura física y digital necesaria. Esto lo logramos con un gran equipo humano al alero de la Cámara de Comercio de Santiago, el que está constantemente en búsqueda de que el diálogo y los acuerdos en Chile sean un ejercicio permanente”.
Para la directora ejecutiva del CAM, Macarena Letelier, “es un orgullo contar con estos nuevos árbitros, quienes tienen las capacidades y conocimientos que nos permitirán sumar esfuerzos adicionales a nuestra labor como equipo humano al apoyar a partes que están inmersas en un conflicto. Este ecosistema funciona en la medida que exista una colaboración que nos permita seguir entregando un estándar de excelencia, con transparencia y certezas para quienes optan por estos mecanismos de resolución de conflicto”.