Créditos Imagen : Biblioteca del Congreso
Los documentos, elaborados por una socióloga y un cientista político, buscan, según el abogado de los parlamentarios, entregar a los magistrados “consideraciones técnicas sobre la influencia de las redes sociales, en particular Twitter, en la transmisión y difusión de ideas, sus características en tanto medio de comunicación masiva y el impacto que genera en la sociedad”.
Andrés López Vergara, En Estrado.
“Las redes sociales han alterado significativamente el modo en como las personas intercambian mensajes, construyen su imagen e influyen en otros. Ello ha provocado efectos directos en las fuentes de información de los medios de comunicación tradicionales- los cuales se nutren de los mensajes y disputas producidos en las redes digitales- además de impactar en la movilización de personas en torno a causas a velocidades nunca antes vistas. Las dinámicas propias de dichos espacios, particularmente de Twitter, han polarizado la discusión pública incentivando mensajes extremos. El problema de ello es que las consecuencias de tal contenido comunicativo, que hoy genera riesgos globales a diversos sistemas políticos sociales, no siempre se asume por los actores que los emiten y ello expone a la sociedad al riesgo de normalizar relaciones digitales que atentan contra el orden social”.
Ese es el resumen del informe técnico elaborado por la socióloga y máster de la Universidad Católica, María Jesús Wulf Le May, titulado “Riesgos en el uso y abuso de las redes sociales”. Este documento fue presentado ayer por el abogado Emiliano García, en representación de los parlamentarios de Chile Vamos que presentaron ante el Tribunal Constitucional un requerimiento en contra del diputado PC Hugo Gutiérrez para solicitar su destitución.
Su intención era da cuenta de “consideraciones técnicas sobre la influencia de las redes sociales, en particular Twitter, en la transmisión y difusión de ideas, sus características en tanto medio de comunicación masiva y el impacto que genera en la sociedad”, indica la presentación. Además del análisis de la socióloga, también adjuntaron otro informe elaborado por el cientista político de la U. del Desarrollo, Francisco de Paula Donoso Ariztía, titulado “Uso de redes sociales, moralización y polarización”. Todo esto con la intención de justificar su recurso ante el TC, dado que apuntan a intervenciones que realizó el parlamentario comunista en las redes sociales que incitarían “a la subversión y la revuelta”.
Mirada sociológica
El informe de la socióloga María Jesús Wulf plantea que “la cobertura política se encuentra entrelazada a las declaraciones que los actores políticos emiten desde sus cuentas en la plataforma online. Dado que ello es conocido por la clase política, el contenido de los mensajes busca atraer la cobertura mediática, en limitados caracteres. La consecuencia es que los mensajes emitidos son cada vez más provocadores y extremos. (…). La movilización de ciudadanos a través de las redes sociales puede provocar consecuencias veloces y descontroladas, lo cual tiende a producir efectos caóticos e impredecibles (…). Los efectos sociales negativos que pueden tener daños irreparables para la institucionalidad y la vida de las personas, ha hecho que existan cada vez más propuestas referidas a cómo otorgar responsabilidad a los actores que contribuyen directamente a la violencia, discriminación, acoso, desorden institucional, etc.”.
Luego agrega que “debido al alto impacto que pueden alcanzar la difusión de mensajes a través de las redes sociales, es que existe una responsabilidad social en su difusión. Una campaña maliciosa, que entrega información falsa o moviliza a los ciudadanos por causas contrarias al estado de derecho, puede tener consecuencias complejas para las instituciones que buscan contribuir y preservar el orden social. La relación entre política y redes sociales ha desarrollado tensiones, especialmente porque las redes sociales en muchos contextos no han contribuido a la valoración y preservación de la democracia, contribuyendo a la formación de opiniones contrarias al concepto de autoridad (…). Hoy plataformas como estas han tomado acciones y declarado cuales son los límites de las publicaciones que pueden realizarse”.
La mirada política
En el segundo informe, elaborado por el cientista político Francisco de Paula Donoso, “la evidencia empírica presentada permite observar, por una parte, relaciones claras entre el uso de lenguaje emocional-moral y su potencial como agente polarización social; y por otra, la considerable ventaja que tienen las autoridades políticas a la hora de dar a conocer sus mensajes en estas plataformas. En el caso del diputado Hugo Gutiérrez, el uso de un lenguaje moral-emocional, anclado en la emoción de ira y disgusto por el adversario político, sumado a una clara incitación a la violencia hacia estos, es el caldo de cultivo de sociedades polarizadas y potencialmente violentas: esto es, la mayor amenaza interna que nuestras democracias han experimentado desde el auge de los colectivismos en la primera mitad del s.XX”.
Finalmente concluye que “adicionalmente y como ha sido expuesto acá, su estatura como personaje público ha de ser conducente a una mayor tasa de difusión de sus contenidos, tanto autogenerados como compartidos. Es relevante que, en esta nueva era de la comunicación, junto con aprovechar los beneficios que otorga a la libertad de opinión, los usuarios asumamos la plena responsabilidad de nuestros dichos y el daño potencial que pueden ejercer. Esta actitud ha de ser particularmente relevante para aquellos que tienen, por mérito de su posición social, la capacidad de llegar a millones de chilenos con sus mensajes”.
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