Arturo Prat, el chileno más grande de la historia patria. Por Ernesto Vásquez

May 21, 2024 | Opinión

En nuestro país, mayo es el mes del mar y es que son millares de kilómetros de costa -más de cinco mil al menos- que nos abrazan de norte a sur, siendo natural y obvio mirar hacia el horizonte y proyectar nuestro futuro en el océano que nos rodea; el cual además y con razón, está grabado en nuestro himno patrio: “…y ese mar que tranquilo te baña te promete futuro esplendor”. Desde niño recuerdo que este mes era la ocasión perfecta para otrora en la Escuela 247 y luego en el Liceo Valentín Letelier, destacar la gesta de Iquique, con hermosas y emotivas ceremonias donde no sólo participábamos los estudiantes, también lo hacían el personal docente y la comunidad.

Es que Arturo Prat es señal de unidad en nuestra historia, es una figura que transversalmente cruza todo el espectro social chileno, siendo reconocido como la estrella que reluce en el azul de nuestra bandera. Cabe destacar que, a modo ejemplar, la dueña de las letras y los versos más hermosos que ha dado una mujer en nuestra tierra, la maestra Gabriela Mistral, lo retrató con pinceladas de genialidad y simpleza, al declamar: “No necesitamos recurrir ni a Grecia ni a Roma, si Prat fue toda Esparta.” Sus bellas y profundas palabras, justas e intensas, son un merecido reconocimiento de parte de nuestra premio nobel de Literatura, al recordar a nuestro héroe naval.

El valor de la figura de Prat sobrepasa nuestras fronteras, en efecto, tal como ya es de público conocimiento, en Japón -en su Escuela Naval- se considera al Capitán Arturo Prat, como uno de los tres héroes a nivel universal dignos de ser considerado sujeto de máximo reconocimiento, puesto que cumple las virtudes de la ética del guerrero, esto es; la rectitud, cortesía, valor, el honor, benevolencia, honestidad y lealtad.

Es que en palabras simples, en nuestra historia hay notables testimonios de vida, empero existe un ser humano de excepción, un héroe de letras doradas unido no sólo a la gesta naval más importante de Chile, también, está vinculado a la abogacía, siendo entonces uno de los más notables estudiantes de derecho en el sentido más amplio de la palabra; pues Prat, como abogado fue investigador, defensor y amante del estado de derecho, preocupado de la Ley electoral y por ende del perfeccionamiento de la democracia. Es que, al bajar su espada ante la Corte Suprema de justicia, en el día de su juramento -como lo cuenta la historia- también dio ejemplo de la sumisión de la fuerza al derecho.

Este 21 de mayo, en todo Chile se rememora la gesta de Iquique, donde la modesta Esmeralda se hundía -sin rendirse- a punta de espolonazos y cañonazos del acorazado Huáscar; pero siempre con su bandera al tope; dando cuenta del arrojo, dignidad y del honor sobre el poderío del adversario; buque que prontamente fue apresado en el combate de Angamos por nuestros marineros. Así el monitor Huáscar, a modo de homenaje a nuestros héroes, está perpetuamente encallado en nuestro puerto y rposa como mudo testigo en la ciudad de Talcahuano.

La figura del Capitán de la Esmeralda se engrandece infinitamente como la estrella magna del firmamento, aquella que se rubrica solitaria en la bandera tricolor, a cuyo símbolo dio juramento de vida el héroe naval. En el inmueble universitario de calle Pío Nono y junto a otros brillantes chilenos, está el busto con la figura del marinero y letrado Arturo Prat, que engalana la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; aquel egresado es un ejemplo de valores a seguir, por quien quisiera conocer su vida en las diferentes aristas en las que se desempeñó. La hazaña inmortal del héroe naval debiera darnos una ruta para reencontrarnos como sociedad y retomar el respeto por la interacción humana, aceptar al que piensa distinto, tolerar la diferencia y no olvidar que, por esta patria, algunos seres humanos -como Prat- estuvieron dispuestos a dejarlo todo, haciendo gala del ejercicio de sus deberes al máximo, dejando los derechos para aquellos que realmente lo necesitan.

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