“Aquí no hay nadie por obra y gracia del espíritu santo”

Sep 9, 2025 | En Receso

Créditos Imagen : Poder Judicial

El 5 de mayo de 2007, la Viña Tarapacá fue escenario de un almuerzo organizado en honor a Gabriela Pérez, recién asumida como ministra de la Corte Suprema. La actividad reunió a un numeroso grupo de ministros del máximo tribunal, integrantes del Poder Legislativo y autoridades políticas. Entre los asistentes estuvo también Gloria Ana Chevesich, entonces ministra de la Corte de Apelaciones, quien ya buscaba abrirse paso hacia la Suprema.

La cita tuvo una adhesión simbólica de $10 mil y fue encabezada por Mario Agliatti, ex presidente de la Asociación de Exportadores de Vinos y encargado de relaciones públicas de la viña. Con el paso del tiempo, algunos recuerdan que en esos años Carlos Cardoen era socio de la viña, lo que más tarde daría un matiz adicional al encuentro, considerando que su proceso de extradición sería revisado en la propia Corte Suprema.

En pleno almuerzo, la entonces ministra de la Corte de Apelaciones de San Miguel, María Teresa Letelier, lanzó una frase que sacó risas nerviosas:
“Aquí no hay nadie por obra y gracia del espíritu santo”.

El comentario, referido al modo en que se eligen los ministros de la Corte, aludía a una práctica conocida y discutida dentro del Poder Judicial: la fuerte carga política en los nombramientos.

Casi dos décadas más tarde, la misma Letelier ya desde la Suprema repitió la frase en un pleno del tribunal, en junio de 2024.

En ese almuerzo de 2007 se encontraban el presidente de la Corte Suprema de entonces, Marcos Libedinsky; los ministros Alberto Chegüeñou, Nivaldo Segura, Rubén Ballesteros, Margarita Herreros, Juan Araya, Pedro Pierry y Pablo Valdés. También participaron figuras políticas del Congreso como el senador PPD Guido Girardi, el senador independiente (ex RN) Carlos Cantero, representante del norte del país; y el entonces senador UDI Jaime Orpis.

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