Andrés López Vergara, En Estrado.
Tres años de tramitación y un archivo provisional de la causa tuvieron que pasar para que los efectivos de la policía uniformada enfrentaran los tribunales. Querella del CDE reactivó el proceso, en el cual aún no hay sentencia.
Todo partió en febrero de 2017. El ciudadano haitiano de iniciales J.R llegó caminando hasta la Primera Comisaría de Rancagua. Ahí, contó su historia de abuso policial que había vivido en la madrugada. Le habían robado su dinero y los sindicados como autores era miembros de la policía uniformada. Hasta hoy, aún no hay una sentencia y las formalizaciones recién se efectuaron a fines del año pasado.
“Salió de su domicilio rumbo a su trabajo, específicamente a la Vega Hortifrutícola. Sorpresivamente escuchó la voz de un hombre que le dice ‘párate ahí,’ no logró divisar quien era. Se asustó y comenzó a correr cuando es interceptado en la calle por carabineros. Descendieron del vehículo tres policías hombres, los que comienzan a increparlo por los motivos por los cuales había huido (…) luego los dos hombres lo registran sacándole de su bolsillo 90 mil pesos”, señala el parte policial que dio inicio al proceso. Luego explica el oficio de la fiscalía militar que le quitaron su billetera, lo esposaron y los trasladaron a otro lugar. Al revisar sus pertenencias le faltaban otros 27 mil pesos más 300 dólares.
Pero este no era el único caso en el proceso en que aparecían acusados de hurto efectivos policiales. Ese febrero de 2017, una persona que había sido detenida por supuesto manejo en estado de ebriedad denunció que sacaron desde su camioneta un millón de pesos.
Si bien la Reforma Procesal Penal fue creada para acelerar los procesos judiciales y dotarlos de mayor transparencia, en este caso los plazos se han extendido por tres años. Primero, la fiscalía militar se declaró incompetente en 2017, se comenzó la tramitación en el Juzgado de Garantía y posteriormente este tribunal archivó provisionalmente el caso: “Atendido el tiempo transcurrido sin que se hubiese solicitado diligencia o dado movimiento a la presente causa, archívense de forma provisoria los antecedentes”, indica la resolución del 10 de agosto de 2018.
La reactivación
Sólo en marzo de 2019, la justicia siguió su curso luego de que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) presentó una querella en contra de los efectivos policiales que resultaran responsables de ambos casos.
El CDE señala que el ciudadano haitiano iba caminando por el pasaje de su villa cuando se realiza el control policial, que fue subido al vehículo y trasladado por cerca de cinco minutos. Posteriormente fue dejado en la vía pública y se percató al revisar su billetera de que le faltaba el dinero que había ganado en la Vega ese día.
Respecto del segundo hecho imputado, el Consejo señala que la persona detenida por supuesto manejo en estado de ebriedad “al momento de ser esposado y subido al furgón policial, advirtió al personal aprehensor que mantenía un millón de pesos, producto de la venta de otro vehículo, escondidos en las gomas del suelo. Una vez en la Primera Comisaría de Rancagua, el detenido manifestó haberles insistido a los funcionarios la existencia de la suma de dinero escondida, a lo que uno de estos le contestó que ese dinero ya no estaba y que ‘es tu palabra contra la mía’”.
La querella fue interpuesta por los presuntos delitos de robo con intimidación y hurto.
Formalizaciones
Así, el caso avanzó y en diciembre de 2019 se realizó la primera audiencia de formalización, por el presunto delito de hurto con el agravante de cometerlo valiéndose de la condición de agente público. Esta audiencia fue por el caso del ciudadano haitiano. “El imputado hurtó dinero al ciudadano haitiano (…). Una patrulla de Carabineros lo avistó y decidieron practicarle un control de identidad, uno de los policías era en la época funcionario de la Primera Comisaría de Rancagua, lo acompañaba también (otro) carabinero, lo abordaron y lo subieron al carro policial, (el policía) registró la billetera de la víctima y le sacó $127.000 en dinero en efectivo más 300 dólares, unas cuadras más allá lo hicieron bajarse, (el otro policía) se percató de lo que aconteció, manteniéndose pasivo y colaborando en que se consumara el delito, como deteniendo el vehículo y dando él también la instrucción a la víctima de que se bajase. (El primer policía) es autor material de un hurto consumado de aquellos del artículo 446 N° 2 del Código Penal, con la agravante de cometerlo valiéndose de su condición de agente público y (el segundo) es cómplice del mismo ilícito”, acreditó el Ministerio Público.
Respecto del segundo hecho, la Fiscalía de Rancagua realizó la formalización a principios de 2020, por el mismo tipo penal.
Ahora en junio, a más de tres años de ocurridos los hechos, se discutirá si se cierra el plazo de investigación, paso esencial para determinar si se presentará una acusación y la realización de un juicio oral.
Mientras, las víctimas aún están a la espera de que su caso se resuelva, que la justicia determine si los efectivos serán o no condenados. Una justicia que ha demorado en aplicarse.
acta formalización
